Ocupa un antiguo convento de frailes capuchinos (s. XVIII) del cual se conservan el secadero, el claustro y la cisterna, y da a conocer el proceso de formación de Girona, desde su fundación por los romanos (s. I a.C.) hasta la recuperación de la democracia, a partir de 1975. Se completa con diversos ámbitos temáticos, como la Sala de la Sardana, etc.