Así se denominaban a las máquinas de vapor de 3 o 4 ruedas que estaban diseñadas para rodar sin necesidad de rieles, por caminos y carreteras. Estaban dotadas de ruedas de carromato y poleas conectadas al motor de vapor para el movimiento de maquinaria mediante correas de transmisión.
A finales del siglo XIX y principios del siglo XX eran empleadas en: los ferrocarriles para encarrilar los vagones que se salían de las vías en accidentes; arrastre de maquinaria pesada; trabajos de instalación de los rieles; para el movimiento de bombas de achique; maquinaria industrial, y especialmente como fuerza motriz para máquinas agrícolas como por ejemplo las trilladoras.
Por así decirlo fueron los precursores de lo que luego denominamos tractores...